Buscando a Dory, de Andrew Stanton

Andrew Stanton vuelve a ponerse a la dirección de una película de Disney Pixar después de dirigir el fracaso cinematográfico que supuso John Carter en 2012. Hablamos del director de Buscando a Nemo o WALL-E y guionista de pelis como las tres de Toy Story, Bichos o Monstruos S.A. Se trata de un director de animación que ha recibido dos Óscar a la mejor película de animación por Buscando a Nemo y WALL-E, que no es poca cosa. 

Y es que Stanton llega con la maravillosa secuela de Buscando a Nemo, trece años después. El listón de Buscando a Nemo estaba altísimo, y sin embargo Buscando a Dory no se queda, en mi opinión, nada lejos de la primera película. Veamos la ficha técnica:

Título: Buscando a Dory

Título orinigal: Finding Dory

Director: Andrew Stanton y Angus MacLane (co-director)

País: Estados Unidos

Productora: Pixar

Duración: 103 minutos

Distribución: Walt Disney Studios Motion Pictures

Volvemos a encontrarnos con Dory, el adorable pez cirujano azul que sufre pérdidas de memoria a corto plazo, y sus amigos Nemo y Marlin en esta película que viene llena de recuerdos. Un año después de lo acontecido en Buscando a Nemo, Dory empieza a tener pequeños flashes de su pasado. ¡Tuvo una familia! Entonces, Dory, acompañada de Marlin y Nemo, emprende un viaje al otro lado del océano para buscar a sus padres.

Esta película está cargada de ternura, humor, aventuras y acción en un auténtico boom cinematográfico. He de confesar que después de ver la película he quedado en shock. Que voy a tener que verla de nuevo. Porque es verdaderamente genial. 

La alocada Dory y sus pérdidas de memoria a corto plazo harán que la historia de la película se vaya forjando de manera irregular, olvidándose cada dos por tres de qué es lo que está haciendo. Sin embargo, pequeños momentos de recuerdos le vuelven a encauzar en su misión: encontrar a sus padres. A pesar del humor que nos muestra este personaje, descubrimos en realidad un aspecto muy emotivo de Dory, haciendo que la película sea muy tierna y, a veces, triste.

Pero no hay casi momento para la tristeza, porque es una película con muchísima acción, con un montón de nuevas pequeñas aventuras en las que se enzarzan Dory, Nemo y Marlin para buscar a los padres de Dory. Encontraremos nuevos personajes como Hank, un pulpo malhumorado que perdió un tentáculo (y que ahora es, por tanto, un septópodo); Destiny, un tiburón ballena con miopía; Bailey, una ballena beluga con problemas de ecolocalización o Becky, un pájaro bastante loco que me ha parecido todo un acierto como personaje.

En realidad, poco tengo que decir de esta obra maestra del cine de animación. No sé, que es una película de la que podemos aprender adultos y niños, con la que se disfruta de un viaje apasionante y con la que sufriremos y nos alegraremos, nos enterneceremos y nos sentiremos valientes. Porque, aunque tengamos miedo, Dory en vez de pensar qué hacer, simplemente actúa. Ya lo dice la canción que nos enseñó en Buscando a Nemo: Simplemente "sigue nadando, sigue nadando, nadando, nadando..."

Sin duda, esta peli es un 10. Cinco rollos sobre cinco.